La región de Madrid, la más afectada de España por la nueva ola de la epidemia de coronavirus, endureció este viernes su dispositivo de medidas con la restricción de las reuniones privadas a 10 personas y la prohibición de bailar en las bodas, entre otros.
A partir del lunes y "durante al menos 15 días", el número de personas autorizadas a reunirse en un domicilio privado o en la terraza de un café se limita a 10, anunció Enrique Ruiz Escudero, ministro regional de Salud.
El aforo de los lugares de culto y los templos donde se celebren bodas o funerales se limita al 60%, frente al 75% hasta ahora vigente.
Además, no se permitirá en las bodas bailar ni instalar barras para consumir alcohol de pie.
En las tiendas, zoológicos y parques de atracción, el aforo se reducirá también a partir de la próxima semana.
Igualmente, el número de rastreadores del virus se duplicará a casi 1.100 para el seguimiento de positivos y contactos, y se realizarán más de 2 millones de pruebas rápidas para detectar anticuerpos.
Al igual que durante la primera oleada de la pandemia, en primavera, Madrid vuelve a ser la región más afectada del país, aunque la mortalidad de la enfermedad se ha reducido claramente.
Según los últimos datos comunicados el jueves por el ministerio de Sanidad, la región capitalina concentra 73 de los 191 muertos registrados los últimos siete días, y el 30% de los casos.
Enrique Ruiz Escudero insistió en que la situación actual no es comparable a los meses de marzo y abril, y explicó que la media de edad de las personas contaminadas es de 38 años, y que la mayoría de casos "se concentran en la zona sur" de la región, donde se recomienda a los vecinos salir de casa sólo en caso de necesidad.
El responsable de Salud indicó también que el hospital Isabel Zendal -un gigantesco complejo de 45.000 m2 cuya construcción comenzó en julio y debe evitar la congestión de los demás hospitales en caso de crisis sanitaria- se ha realizado ya en un 33%. Según los planes anunciados, debe abrir en noviembre.